¿Tu verdad? No, la Verdad,

y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela.

(Antonio Machado)

OTRA MIRADA SOBRE EL ABORTO COMO DERECHO DE LA MADRE A MATAR AL HIJO EN GESTACIÓN


Publicado en LA PRENSA


La diferencia entre legalidad y justicia

El debate por el aborto actualizó el riesgo de adoptar un legalismo pragmático carente de legitimidad.

12.08.2018
Cultura


El filósofo mediático Darío Sztajnszrajber pidió en el Congreso que se aborde la justicia en términos políticos, no metafísicos.

POR CEFERINO P. D. MUÑOZ

Entre los numerosos discursos que pude escuchar a favor de la legalización del aborto, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, hay uno que me llamó particularmente la atención. Fue el del filósofo mediático Darío Sztajnszrajber. Una de las frases que utilizó en el Congreso de la Nación sentenciaba que "en nombre de la "verdad" se han cometido los más grandes exterminios de la historia". La frase viene a cuento ya que Sztajnszrajber también allí sostenía que la justicia en una sociedad es una cuestión que debe abordarse en términos estrictamente políticos y no metafísicos. "Política, no metafísica", repetía y repetía.

En lo que sigue intento ofrecer una variante a las palabras de Sztajnszrajber, pues su modo de razonar entraña debilidades y serias consecuencias. Pero para ello es importante darle amplitud de horizonte a la cuestión, para no quedarnos solo con lo que acontece en Argentina.

UNA MIRADA SOBRE EL RECHAZO A LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO





Todos sabemos qué es lo que estaba en discusión: el derecho a abortar, a matar al niño en el seno materno durante los primeros meses de gestación. Y como un derecho de la madre desnaturalizada que el Estado debía garantizar y los centros de salud públicos y privados debían asegurar, lo que más temprano que tarde obligaría a las obras sociales a brindar la cobertura gratuita. Esto es lo que ha rechazado el Senado de la Nación, reparando el despropósito que venía de la Cámara Baja.

Pero no nos engañemos. La discusión se originó en la amoralidad procedente de la más alta magistratura de la República, capaz de poner en juego cualquier tema como un homenaje a la democracia. 

La victoria del "no" fue una respuesta de sentido común, quizás -sólo quizás- interpretando sus votantes que tal es la convicción de la inmensa mayoría del pueblo argentino, que tiene sus defectos pero que  no es criminal. Si sus dirigentes lo traicionan, ¡ah!, esa es otra cosa. A los cordobeses nos duele, en esa dirección, que sus tres senadores nacionales se hayan asociado para votar en contra de esa convicción mayoritaria. La senadora Laura Rodríguez Machado lo hizo en nombre de su hija, como si todos los cordobeses debiéramos someternos a los deseos de su hija, si es que tales son sus deseos.

La discusión se reabrirá en semanas más con motivo del nuevo Código Penal, pero será distinto. Ya no estará en juego la legalización del aborto como un derecho a garantizar, sino las circunstancias en que se comete tal crimen como atenuante o como eximente de responsabilidad penal, manteniendo o ampliando las causales previstas en el Código Penal desde el año 1921. En otras palabras, como excepción a la persecución penal que debe motivar el acto doloso de dar muerte a una víctima inocente. Veremos entonces si la nueva discusión se presenta en esta dirección o si da oportunidad para que se introduzca otra vez y con trampas -ya que la Constitución no lo admite en el mismo año de su rechazo- la "legalización" bajo el disfraz de la "despenalización". Todo parece posible para muchos de nuestros legisladores a espaldas del pueblo que dicen representar.

No sería bueno cerrar estas líneas sin hacer notar que esta discusión ha dejado a la vista intenciones y especulaciones de quienes se dicen defensores de los derechos del niño. 

Así sucede con la UNICEF y su posición sobre el aborto. Igualmente con las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), esos "colectivos" que se rasgan las vestiduras cuando recaen medidas restrictivas sobre el adolescente transgresor (y tienen razón), pero que callan sugestivamente cuando está en cuestión el despedazamiento de un niño inocente en el vientre materno (y en esto no tienen razón ni vergüenza). Puede que esto responda a que algunas de esas organizaciones cuentan con aportes extranjeros, de fondos y organizaciones siempre interesadas en el control de la natalidad por cualquier medio, incluso este criminal, pero esto no los justifica.

También sucede con entidades y personas que se presentan como referentes en el tema pero luego guardan silencio o actúan a ocultas para salvar un sitial, una magistratura, una cátedra, un escaño. Ya están a la vista y han perdido toda autoridad en la defensa de los derechos del niño. De ahora en más sus palabras sonarán huecas, sin sustento, de mera especulación intelectual o política para ganar voluntades o votos.

En cuanto a aquéllos que acusan a entidades religiosas de haber alentado la resistencia, como si esto les quitara legitimidad a quienes han votado contra la inicua ley, olvidan la historia nacional, la cultura popular real -no la "inventada" por medios de prensa que han hecho una campaña masiva y desvergonzada en favor de los abortistas- y la tradición jurídica del país, en que desde sus albores el niño en gestación ha sido considerado "persona por nacer". No se advierte qué es lo que vicia la resistencia de quienes reconocen que en todo lo que existe, y particularmente en cada niño que adviene -querido o no por sus progenitores-, está presente el Amor del Creador. Como podría decirlo cualquier cristiano que se precie de tal, nada tiene que ver este crimen con el trato que se debe a la mujer y que ampliamente reconocen las epístolas del magisterio paulino en las Sagradas Escrituras.

Esperemos todos que, una vez acallado el fragor de este debate, haya mayor cordura en quienes deben tomar decisiones en este tema, y sobre todo mayor respeto a la investidura que les ha confiado la ciudadanía para asumir su representación. Una investidura que no los habilita para aceptar la muerte injusta de quienes están llamados también a ser ciudadanos. Todos ellos -al igual que algunos notorios juristas partidarios del aborto- han sido embriones alguna vez, pero a ninguno de ellos -como ahora lo pretenden con otros- se les negó el derecho a nacer.

                                                                                                        José H. González del Solar

CONOCIENDO A QUIENES "DEBATEN" EL ABORTO


LA IMPORTANCIA DE UNA NOTA PERIODÍSTICA QUE REFLEJA AL PERSONAJE TAL CUAL ES.


Publicado en LA NACIÓN

Marisa Herrera, la multifacética abogada K que lucha por la legalización del aborto


7 de agosto de 2018  • 01:15




En el hall de entrada al departamento de Marisa Herrera, con vista a la avenida Figueroa Alcorta, un juego típico del Italpark se exhibe bajo un cubo de acrílico. Es una obra del artista Dino Bruzzone. Frente a ella, varias sogas con bolas de vidrio simulan una lluvia por el hueco de la escalera. La abogada de 45 años cuenta que, su marido, el también abogado José Cárdenas, sumó esa obra a su colección en la última edición de ArteBa. Las obras que se replican por la casa pasan tan poco inadvertidas como su anfitriona, una letrada progresista y feminista que impulsó grandes reformas en el Derecho de Familia, su especialidad.

Los anteojos de diseño y de colores estridentes son su marca distintiva. Lleva una camisa de seda azul, un choker negro de cuero con tachas, aros con forma de estrella, una uña de cada color y anteojos negros de diseño. En Marisa no hay nada librado al azar. Es apasionada y meticulosa.

POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS


LOS QUE IMPULSAN EL NUEVO GENOCIDIO


Publicado en LA NUEVA MAÑANA


El debate por el aborto legal en Argentina llegó al New York Times


Mundo 07/08/2018

En vísperas de la votación en el Senado, Amnistía Internacional publicó una contratapa a favor de la ley para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).


   
Este martes, en víspera de la votación en el Senado, la contratapa del New York Times Internacional llevó una publicación a favor del aborto legal. - Foto: NYT


Amnistía Internacional publicó este martes una contratapa en apoyo a legalización del aborto en Argentina, en la edición del New York Times International. De color verde, la última página del diario llegó a 134 países en vísperas de la votación de la iniciativa en el Senado.